Sabemos que toda la creación todavía gime a una, como si tuviera dolores de parto. —Romanos 8:22-25
La CMIR y CANAAC El documento de visión y de directivas del Concilio de Área del Caribe y América del Norte (CANAAC) de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (CMIR) establece que hemos asumido un compromiso mutuo como líderes denominacionales y como miembros de toda la región del Caribe y de América del Norte con miras a un crecimiento y al apoyo mutuos, y a vivir como ejemplos del fruto de los mandamientos que Jesús nos ha transmitido en su Palabra. Esta declaración está en consonancia con la visión de la CMIR, que incluye un llamado a la comunión y al compromiso con la justicia. Desarrollamos esta tarea, y nos comprometemos en nuestros relacionamientos, como una manera de demostrarle al mundo aquello que es posible cuando creemos y actuamos en el amor de Cristo. Con esto en mente, y de acuerdo con el llamado de Jesús a la unidad, al amor y a la difusión de su Palabra, intentamos vivir en un mundo circunscrito por la Comunión... Comunidad... y Shalom... aunque sabemos que esta no es nuestra realidad actual. Nuestro permanente dilema Las noticias que cotidianamente recibimos están repletas de historias de conflictos mundiales, de guerras y de sus nefastas consecuencias, de atrocidades, de injusticias perpetradas por países y por tribus contra otros países o grupos con los que no están de acuerdo o a los que desprecian. Ninguna nación o pueblo está exento de esta realidad. Para quienes nos consideramos personas cristianas, esta situación no es una sorpresa. Sabemos que nuestro mundo está sufriendo, que las cosas no son como deberían ser, y entendemos que esto, desde una perspectiva bíblica, es el resultado de una separación de Dios, el resultado de nuestro pecado. En el pasaje de Romanos 8 que citamos, el apóstol Pablo reconoció esta realidad hace casi 2000 años. A pesar de nuestras mejores intenciones, a pesar de nuestro anhelo de comunión, de comunidad y de Shalom, esta armonía ha sido difícil de alcanzar y, a veces, hasta parece imposible. La palabra hebrea "Shalom" implica ... paz, seguridad, prosperidad, bienestar; integridad y totalidad. También tiene elementos positivos comunitarios y de mutualidad relativos a la seguridad, a la protección, a los sentimientos de satisfacción, al bienestar y al buen-vivir. ¡Cuánto se ha alejado nuestro mundo de este ideal! Comunión, comunidad y shalom en nuestro mundo A lo largo de la Biblia, siempre que vemos atisbos de la shalom de Dios, éstos casi siempre se evidencian en su pueblo viviendo en comunidad, en diversos grupos que acuerdan reunirse en una relación profunda que honra la persona y la obra de Dios. En el Nuevo Testamento, Hechos 2 documenta la llegada del Espíritu Santo en una reunión de quienes seguían a Cristo en Pentecostés. El poder del Espíritu Santo se derramó sobre personas de numerosas tribus y lenguas, y hubo comunión con Dios, una comunidad holística entre sí y un sentimiento de shalom entre la multitud. Este es el deseo de Dios para nosotros y nosotras hoy: que vivamos en la realidad de esta comunión, comunidad y shalom. Ahora bien, ¿es posible esta atmósfera de armonía para nosotras y nosotros en el siglo XXI? Creo que sí, y debe empezar por la Iglesia. Quienes somos las personas beneficiarias de la muerte solidaria de Cristo en la cruz, de su resurrección, y que somos todas receptoras del poder del Espíritu Santo, según las promesas de Cristo, debemos allanar el camino en la demostración de esa condición bíblica de shalom. Mis recientes semanas Pocas semanas atrás, en el Domingo de la Transfiguración (19 de febrero, según el calendario litúrgico), prediqué un sermón titulado Dios nos está transformando, en el que reflexionaba sobre el hecho de que el Espíritu Santo ha sido visible a lo largo de los siglos obrando para transformarnos en las personas que Dios quiere que seamos. La presencia del Espíritu puede percibirse en el rostro radiante de Moisés cuando recibió las tablas de la ley (Éxodo 34:29), en el rostro y en las vestiduras de Jesús brillando como un relámpago en la Transfiguración (Mateo 17:1-3), y en las "lenguas de fuego" sobre las cabezas de las personas creyentes en Pentecostés (Hechos 2:3-4). Este es el mismo espíritu que habita en cada persona creyente hoy. Por lo tanto, no tenemos excusa... Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa. (Romanos 1:20) También ha habido muchas personas mártires recientes que han vivido en la esperanza de la realidad de la shalom de Cristo, y de quienes podemos aprender, y por cuyas vidas damos gracias. Muchos de estos nombres me vinieron a la mente el mes pasado, cuando celebramos el Mes de la Historia Negra en Estados Unidos. Damos gracias por el reverendo Dr. Martin Luther King Jr.[1] y por muchas otras personas que decidieron vivir en la realidad de la shalom de Dios, incluso enfrentando la ausencia material de ese shalom. Ante todas las adversidades, Dios siempre prevalecerá - Él es... -- el Dios que da vida a los muertos y que llama las cosas que no son como si ya existieran. (Romanos 4:17) Volví a experimentar esta condición del "ya pero todavía no" de nuestro mundo en el retiro de oración de la Iglesia Cristiana Reformada hace unas semanas. Líderes y lideresas de la iglesia junto a pastores y pastoras de muchas naciones, razas y culturas detuvieron durante dos días sus actividades ministeriales y profesionales para acercarse a Dios en oración, y pudimos vislumbrar la bendición de la shalom de Cristo. Fue también durante este tiempo cuando nos anoticiamos de una serie de avivamientos que se estaban desarrollando en los campus universitarios de todo el país[2], y por todo ello damos gracias a Dios. En medio de nuestro caos y de toda confusión, Dios nos da destellos de su fidelidad y de su gloria. El resto de la narrativa Así que no perdamos la esperanza, Dios sigue en el trono, Cristo sigue resucitado y el Espíritu Santo sigue viviendo en cada personas que se manifieste cristiana. La Iglesia debe marcar el camino demostrando la presencia de la shalom incluso en medio del caos de las guerras, la enemistad y la lucha. Y si lo hacemos, Dios hará visible su poder y su presencia... Por tanto, no nos desanimamos. Al contrario, aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día. Pues los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento. Así que no nos fijamos en lo visible, sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno. (2° Corintios 4:16-18) Nuestra respuesta – Alabanza y adoración Como ya escribí en mi reflexión navideña en este mismo espacio, creo que, en medio de nuestro dolor, incluso cuando vivimos en la realidad del conflicto, tenemos el llamado a adorar y alabar a Dios. ¿Por qué? Porque quienes formamos la Iglesia, si somos obedientes, debemos reflejar la esperanza de Cristo... por lo cual oramos... pero oramos sabiendo dirigimos nuestra oración a un Dios de esperanza ilimitada. Oraciones por el mundo Teniendo en mente lo anterior... oremos para que, en todo, en toda circunstancia, podamos desarrollar la capacidad de vernos mutuamente como hijas e hijos de Dios - imagen del Dios que nos creó. Y sigamos orando por:
Además, sigamos orando por los gobiernos (especialmente en la región de la CANAAC) en tanto tratan de discernir las acciones adecuadas a tomar en nuestro mundo polarizado... La shalom es posible, y la Iglesia debe liderar el camino... con cada persona comprometiéndose de nuevo con este objetivo “Dios está haciendo espacio en mi corazón para la compasión: la conciencia de que donde empieza mi vida es donde empieza la tuya; la conciencia de que la sensibilidad a tus necesidades no puede separarse de la sensibilidad a mis necesidades; la conciencia de que las alegrías de mi corazón nunca son sólo mías, ni tampoco mis penas. Lucho contra la obra de Dios en mi corazón; quiero que me dejen en paz. Quiero que mis límites permanezcan fijos, para poder descansar. Pero incluso ahora, cuando me dirijo a Él en la quietud, Su obra es siempre la misma. Dios está ampliando los límites de mi corazón...” (Meditaciones desde el corazón, de Howard Thurman) Concluyo esta reflexión de la misma manera en lo hice en Navidad, reconociendo que todos los grandes conflictos a los que se enfrenta nuestro mundo se iniciaron debido a la premisa pecaminosa sostenida por algunas personas de que su pueblo - tribu, raza, país o nacionalidad - es superior al de aquellas personas a las que desean imponer su voluntad, dominar o subyugar. Si todas las personas que dicen ser hijas de Dios actuaran en consecuencia, y se trataran unas a otras como si fuésemos igualmente hijas e hijos de Dios, tal vez podría iniciarse una sanación. Por lo tanto, permanezcamos en oración por todos los males del mundo. Oremos por las necesidades de quienes habitamos la región de la CANAAC. Que quienes formamos la iglesia podamos guiar al mundo demostrando la esperanza que sólo viene de las premisas de Jesucristo - que sea así 'para que el mundo sepa' (Juan 17:21) que somos sus hijas a hijos. Colin P. Watson Sr. Co-Moderador, Comité Directivo CANAAC Director ejecutivo emérito – Iglesia Cristiana Reformada en los Estados Unidos de NA (CRCNA, por sus siglas en inglés) [1] Dr. King’s last speech in Memphis, Tennessee, USA (April 1968) included the words… “We as a people will get to the promised land…” [2] Initially begun at Asbury University, Wilmore, Kentucky, USA – February 8, 2023.
1 Comment
Revdo. Nelson G. Rodriguez
5/1/2023 08:18:47 am
Dios bendiga a todos.
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