Tener raíces
Ser parte de una iglesia que tiene sus raíces en la Reforma es a la vez un don y un compromiso. Es un don increíble tener esas raíces, pero aquello en lo que estamos arraigados y arraigadas no nos permitirá minimizarlo diciendo apenas "gracias por este regalo" para luego colocarlo en un estante. Nos convoca a la acción. Últimamente he estado contemplando la extraña idea de que ser reformado o reformada implica tener raíces en algo que es tanto histórico como apremiante. En resumen:
Tener raíces en algo histórico. . .
... significa que colocamos un fuerte énfasis en la centralidad de la Palabra y de los sacramentos, y en asegurarnos que ambos elementos estén presentes en el culto a través de una sólida y rica liturgia.
... significa que nuestras iglesias son parte de una larga tradición que llama a pastores y a pastoras que hayan completado una educación en el seminario con una rigurosa formación en predicación, teología, sacramentos, liturgia, política eclesiástica, historia de la iglesia y consejería pastoral.
... significa que nuestras iglesias asumen una forma particular de política eclesial que incluye un liderazgo laico que designa a mujeres y a hombres que pueden ministrar el rebaño con compasión y capacidad reflexiva.
Tener raíces en algo que apremia. . .
... significa que leemos la Biblia a través del prisma del amor incondicional de Dios hacia todas las personas y, por lo tanto, debemos aplicar ese mismo criterio a nuestro mundo contemporáneo, defendiendo la igualdad racial, la igualdad en el matrimonio, la igualdad de género y el cuidado de la salud para todas las personas.
... significa que amamos a nuestros prójimos y prójimas al negarnos a dar nuestro respaldo a líderes narcisistas que no respetan a los prisioneros de guerra, que se refieren a los y las supremacistas blancos como "gente muy buena" y que se jactan de tocar los genitales de las mujeres.
... significa que amamos a nuestros prójimos y prójimas al usar mascarilla o tapabocas mientras estamos en presencia de otras personas en el marco de una pandemia mundial.
Y entonces, ¿qué?
Hoy, sin embargo, existe una desconexión. En los Estados Unidos de NA en particular, muchas iglesias reformadas temen que sus días estén contados. Desde su preocupación por no estar creciendo como antes, abordan lo inmediato abandonando lo histórico. Recortemos la liturgia. Flexibilicemos los requisitos de formación para el clero. Mantengamos la comunión poco frecuente para que siga siendo "especial". Re-bauticemos a las personas adultas para que sea "más significativo para ellas". Todos estos son intentos marketineros para tratar de "hacer crecer la iglesia" a expensas de ignorar lo que realmente significa ser una iglesia en términos históricos. Irónicamente, es precisamente contra lo que a este tipo de iglesias les encanta predicar: la mundanalidad.
Algunas iglesias, por el otro lado, convencidas de que su verdadera misión es ser más reformadas de lo que Lutero y Calvino jamás soñaron, abandonan lo inmediato en favor de lo histórico. En su caso, por lo tanto, hay mucho énfasis en la significación histórica de su iglesia. Se esfuerzan mucho para preservar las tradiciones históricas de la iglesia en su forma más pura. Se pone un gran énfasis en "fijar posición a favor de lo que la Biblia expresa que es verdad". Desafortunadamente, no se dan cuenta de que la cultura que las rodea ha cambiado (racial, socioeconómica, sexual y políticamente) y la iglesia simplemente se frustra porque la gente de los barrios que la rodean "simplemente ya no asiste a la iglesia".
Ser reformados o reformadas nos ofrece una oportunidad única: tener raíces, arraigarnos en algo histórico E inmediato. Si nos aferramos a ambos conceptos, todas las cosas y todas las personas están incluidas. Si nos aferramos a uno u otro extremo, simplemente no funciona.
—Rev. Dale Buettner
Director de Formación en Fe
Iglesia Luterana Nuestro Salvador (IELA)
West Lafayette, Indiana, EEUU de NA
Director de Formación en Fe
Iglesia Luterana Nuestro Salvador (IELA)
West Lafayette, Indiana, EEUU de NA
Dale es ministro ordenado de la Palabra y los Sacramento en la Iglesia Reformada en América, y además de servir a una congregación de la IELA es también director espiritual en http://dalebuettner.com.