Vamos a rezar...
¿Nos oye Señor? ¿Nos oye?
Estamos aquí y estamos escuchando. Estamos aquí señor y estamos mirando.
Hay muchos caminos, muchos cuentos que contar y que ser escuchados. Tenemos un viaje hacia conocernos. Y a veces dudamos, somos tímidos, tenemos malos recuerdos de amistades rotas y lazos estirados a nada.
Pero nos reconfortamos, porque antes de que usted nos habló en existencia, antes de que usted nos amó en crear vida, antes de que usted nos abrió los brazos para recibir el conocimiento, antes de que habían las palabras habladas y escritas- Usted estaba allí
Usted estaba ‘Uno’ en su comunidad. Y sabemos que en los partes de la mente y corazón, el cuerpo y el espíritu, somos conectados también.
Rezamos por todos los que están separados de este conocimiento y que expresan la división a través de la ira y la rabia. Rezamos por todos los que están separados de este conocimiento y olvidan que la tierra es nuestra herencia y nos pertenece en total. Rezamos por todos los que están separados de este conocimiento y causan a los otros sufrir los efectos de la discriminación al género, la raza, la etnia, la orientación sexual, la capacidad o la edad. Rezamos por todos los que olvidan que somos uno y le damos la espalda a la comunidad para vivir como reyes y reinas entre los pobres.
Porque sabemos que para que seamos uno, debemos ser iguales. Debemos vivir para que todos tengan vida en plenitud, con lo que necesitamos en lugar de lo que queremos. Ayúdanos a permanecer unidos cuando la libertad está amenazada. Ayúdanos a decir la verdad al poder cuando se pisotea la justicia. Ayúdanos a gritar cuando la vida humana se degrada por la indiferencia corporativa. Ayúdanos a rezae cuando coacciona y controla la oscuridad de la superstición y el dogma y la propaganda.
Necesitamos el poder del corazón de una madre que arriesge su propia vida para proteger a sus hijos. Necesitamos el espíritu de un niño para que confiemos lo suficiente para amar a todos los que vienen, amar todas esas delicias, amar lo suficiente como para hablar nuestro corazón completo al mundo. Necesitamos la compasión de un padre amable y indulgente que dé la bienvenida a todos los que se alejan del camino.
Necesitamos sanación. Sabemos que posiblemente, usted tenga que destrozarnos y liberarnos de nuestras estrechas maneras para comenzar la reparación. Estamos muy separados en nuestras propias mentes. Hemos olvidado que somos uno. Y anhelamos estar un cuerpo en nuestra humanidad. Manténganos juntos en Cristo. Enséñanos a amarnos los unos a los otros como nos ha amado a nosotros. Enséñanos a vivir en la paz que nos dio su hijo, el que se aseguró de que no hubiera separación entre nosotros y usted y, por lo tanto, una ausencia entre los hermanos.
Enséñanos.
Enséñanos a cada uno de nosotros, porque sabemos que está aquí entre nosotros.
Amén.
—Anne Weirich
La Pastora (Rev.) Anne Weirich está jubilada desde PCUSA después de trabajar con las iglesias de UCC y PCUSA (cuatro estados.) Ella vive en Cape Cod, la costa este de Los Estados Unidos, una hora de Boston, en una casa pequeña en el bosque. Le ofrece sus servicios para CANAAC y también es una miembra del comité de la Asemblea General por Ecumenismo Religioso de las Relaciones Mixtas Religiosas. Anne también conduce los peregrinajes a Palestine e Israel. Ella es una miembra de la escuela “Bishop Chacour”, Mar Elias en I’billin, Galilea.